Para algunas personas ir por primera vez a un psicólogo no es una decisión fácil. Es probable que aparezcan dudas como: “¿Seguro que lo necesito?”, “¿Podrá ayudarme con mi problema?”, “¿Qué pensarán los demás si se enteran de que voy al psicólogo?”, “¿Tendrá solución mi problema?”... Las preguntas pueden ser interminables.
Es difícil dar una respuesta a todas estas preguntas, pero si te sirve de ayuda debes saber que:
1º) No todas las personas que van al psicólogo tienen un trastorno psicológico. En mi trabajo atiendo muchas consultas que están relacionadas con una mejora en la calidad de vida. Problemas que no llegan a ser incapacitantes, pero que la persona que los presenta quiere superarlos (timidez, indecisión, sentimientos de inferioridad, etc.).
2º) Cuando una persona está atravesando una crisis emocional, tiende a pensar que sus problemas no tienen solución. Los psicólogos clínicos tenemos la formación adecuada para ayudarte a resolver el motivo de tu malestar, poniendo a tu disposición nuestros conocimientos y adaptándolos a tus características personales.
3º) La cultura psicológica de nuestro país está cambiando. Muchas personas van al psicólogo. Ya no está mal visto el ir a terapia.
4º) Es normal sentirse intranquilo/a la primera vez que vas a un psicólogo. En la primera sesión te escucho, realizo una evaluación general y te explico cómo puedo ayudarte.
A lo largo de mi experiencia como psicóloga clínica he sido testigo del alivio que siente el paciente la primera vez que viene a la consulta. Muchas veces la persona acude por primera vez a terapia porque no sabe a quién contar sus problemas, o si lo ha hecho no se ha sentido comprendido o nadie le ha podido dar una explicación de lo que le ocurre y de cómo poder resolverlo. La persona que acude al psicólogo encuentra a alguien cercano que le escucha, que entiende lo que le pasa y que le ayuda a superar sus problemas.
Si quieres más información llámame y resolveré tus dudas.